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viernes, julio 28, 2006

La contradicción capitalismo/ecología

La lógica del capital, como modo de producción y como cultura, es ésta: producir acumulación mediante la explotación -de la fuerza del trabajo de las personas, por la dominación de clases, por el sometimiento de los pueblos y finalmente por el pillaje contra la naturaleza-.

Un análisis incluso superficial entre ecología y capitalismo identifica una contradicción básica. Donde impera la práctica capitalista se envía al exilio o al limbo la preocupación ecológica. Ecología y capitalismo se niegan frontalmente. No hay acuerdo posible. Si, a pesar de ello, la lógica del capital asume el discurso ecológico... o es para obtener lucro, o para espiritualizarlo y así vaciarlo, o simplemente para imposibilitarlo y, por tanto, para destruirlo. El capitalismo no sólo quiere dominar la naturaleza, sino arrancar todo de ella, depredarla.

Hoy, por la unificación del espacio económico mundial en los moldes capitalistas, el saqueo sistemático del proceso industrial contra la naturaleza y contra la humanidad, hace al capitalismo claramente incompatible con la vida. Se plantea así una bifurcación: o el capitalismo triunfa al ocupar todos los espacios como pretende, y entonces acaba con la ecología y pone en riesgo el sistema-Tierra, o triunfa la ecología y destruye al capitalismo, o lo somete a tales transformaciones y reconversiones que no pueda ya ser reconocible como tal. Esta vez no va a haber un arca de Noé que nos salve a algunos y deje perecer a los demás. O nos salvamos todos o pereceremos todos.

El capitalismo produjo también una cultura, derivada de su modo de producción, asentado en la exportación y el pillaje. Sin una cultura capitalista que vehicula las mil razones justificadoras del orden del capital, el capitalismo no sobrevivirá. La cultura capitalista exalta el valor del individuo, le garantiza la apropiación privada de la riqueza, hecha por el trabajo de todos, coloca como quicio de su dinamismo la competencia de todos contra todos, intenta maximizar las ganancias con la mínima inversión posible, procura transformar todo en mercancía para tener siempre beneficios, instaura el mercado, hoy mundializado, como el mecanismo articulador de todos los procesos de producción, de competencia y de distribución...

Si alguien busca solidaridad, respeto a las alteridades, compasión y veneración frente a la vida y al misterio del mundo... que no los busque en la cultura del capital. George Soros, uno de los mayores especuladores de las finanzas mundiales y profundo conocedor de la lógica de la acumulación sin piedad (vive de eso), afirma claramente en su libro La crisis del Capital que el capitalismo mundialmente integrado amenaza a todos los valores societarios democráticos, poniendo en riesgo el futuro de las sociedades humanas.

Queremos mostrar cómo el capitalismo, en cuanto modo de producción y en cuanto cultura, inviabiliza la ecología tanto ambiental como social.

Comencemos con la ecología ambiental. A este respecto, las hipótesis acerca del futuro de la Tierra son dramáticas. Grandes analistas confiesan que el tiempo actual se asemeja mucho a las épocas de gran ruptura en el proceso de evolución, épocas caracterizadas por extinciones en masa.
Efectivamente, la humanidad se encuentra ante una situación inaudita. Debe decidir si quiere continuar viviendo, o si prefiere su propia autodestrucción. Por primera vez en el proceso conocido como hominización, el ser humano se ha dado a sí mismo los instrumentos de su propia destrucción. Se creó el principio de autodestrucción que tiene en el principio de responsabilidad y de cuidado su contrapartida. De ahora en adelante la existencia de la biosfera estará a merced de la decisión humana. Para continuar viviendo el ser humano deberá quererlo positivamente.

Los indicadores son alarmantes. Dejan poco margen de tiempo para los cambios necesarios. Estimaciones optimistas establecen la fecha límite del año 2030-2034. A partir de ahí, si no se toman medidas urgentes y eficaces, la sostenibilidad de sistema-Tierra, ya no estará garantizada.
Entre otros, tres son los nudos problemáticos creados por el orden del capital, que deben ser desatados: el nudo del agotamiento de los recursos, el de la sostenibilidad de la Tierra y el de la injusticia social mundial.

1. El nudo de la extinción de los recursos naturales. Cada día desaparecen para siempre 10 especies de seres vivos. Desde la época de la desaparición de los dinosaurios, 65 millones de años atrás, nunca se ha visto un exterminio tan rápido. Con esos seres vivos desaparece para siempre una biblioteca de conocimientos que la naturaleza sabiamente había acumulado. A partir de 1972 la desertificación en el mundo creció igual al tamaño de todas las tierras cultivadas de China y de Nigeria juntas. Se perdieron cerca de 480 millones de toneladas de suelo fértil, una superficie equivalente a las tierras cultivables de India y Francia juntas.
El 65% de las tierras que un día fueron cultivables, hoy ya no lo son. La mitad de las selvas existentes en el mundo en 1950 han sido tumbadas. Sólo en los últimos 30 años han sido derribados 600 mil km2 de selva amazónica brasileña, el equivalente a la Alemania unida, o a dos veces el Zaire. Las inmensas reservas naturales de agua, formadas a lo largo de millones y millones de años, en este siglo pasado han sido sistemáticamente bombeados y están próximos a agotarse. El agua potable ya es uno de los recursos naturales más escasos, pues solamente el 0’7% de toda el agua dulce es accesible al uso humano.
Va a haber guerras por las fuentes de agua potable. Tras este proceso de pillaje, se oculta una imagen reduccionista de la Tierra. Es vista sólo como un almacén muerto de recursos a explotar. No es respetada en su alteridad y autonomía ni se le reconoce ninguna sacralidad. Mucho menos todavía es amada como un superorganismo vivo, la Gran Madre de los antiguos, la Pacha Mama de nuestros indígenas y la Gaia de los cosmólogos.

2. El nudo de la sostenibilidad de la Tierra.¿Cuánta agresión aguanta la Tierra sin desestructu-rarse? Las 60 mil armas nucleares construidas, si explotaran podrían causar un invierno nuclear. Las finas partículas del humo de los grandes incendios por ellas producidos, junto con los elementos radioactivos inyectados en la atmósfera, oscurecerían y enfriarían la Tierra de forma más intensa que en las eras glaciales del pleistoceno. Habría un colapso de la humanidad y de todo el sistema de vida, consecuencias perversas siempre descuidadas por las potencias militaristas. Otra amenaza importante es representada por el calentamiento creciente de la Tierra. Es el así llamado efecto invernadero. La quema de petróleo, de carbón y de las selvas, libera el dióxido de carbono que calienta la atmósfera. En el último siglo la temperatura de la tierra ha aumentado entre 0’3 y 0’6† C. Para los próximos 100 años se calcula un aumento de entre 1’5† a 5’5† C. Tales cambios provocarán desastres descomunales, como sequías y deshielo de los cascotes polares. Las inundaciones de las costas marítimas, donde vive el 60% de la población mundial, causarían millones de víctimas. ¿Qué capacidad tiene la tierra frente a tantas agresiones producidas primordialmente por el modo de producción capitalista? Se teme que el efecto acumulativo de las agresiones llegue a un punto crítico tal que quiebre el equilibro físico-químico-biológico de la Tierra.

3. El nudo de la injusticia social mundial. Pasemos a la ecología social: ¿Cuánta injusticia y violencia aguanta el espíritu humano? Es injusto y sin piedad que, en el actual orden del capital mundializado, el 20% de la humanidad detente el 83% de los medios de vida (en 1970 era el 70%) y el 20% más pobre tiene que contentarse con sólo 1’4% (en 1960 era 2’3%) de los recursos. Este cataclismo social no es inocente ni natural. Es resultado directo de un tipo de desarrollo que no mide las consecuencias sobre la naturaleza y sobre las relaciones sociales. Por eso constituye una trampa del sistema capitalista el llamado «desarrollo sostenible», que evidencia una contradicción en su mismo nombre. La categoría «desarrollo» está tomada del área de la economía capitalista. El desarrollo capitalista (deberíamos decir el crecimiento) es profundamente desigual: crea acumulación apropiada por unos pocos a costa de la explotación y del perjuicio de las grandes mayorías. Ese crecimiento pretende ser lineal y siempre creciente. La categoría «sostenibilidad» proviene de otro ámbito: de la biología y la ecología. Significa capacidad que un ecosistema tiene de incluir a todos, de mantener un equilibrio dinámico que permita la subsistencia de la mayor biodiversidad posible, sin explotar ni excluir.

Como se ve, sostenibilidad y desarrollo capitalista se niegan mutuamente; no combinan los intereses de la producción humana con los intereses de la conservación ecológica; al contrario, se niegan y destruyen. Lo que se necesita es una sociedad sostenible que se dé a sí un desarrollo que satisfaga las necesidades de todos, y del entorno biótico. Que el planeta sea sostenible y pueda mantener su equilibrio dinámico, rehacer sus pérdidas y mantenerse abierto a ulteriores formas de desarrollo.

Además de haber sido, en el pasado, suicidas, homicidas y etnocidas, ahora comenzamos a ser ecocidas. El capitalismo ¿nos llevará a ser, pronto, también geocidas? Pero una esperanza nos acompaña: en su historia, la Tierra pasó por cerca de 15 grandes exterminios. Siempre salió con más energía y biodiversidad. Ahora no será diferente. Superaremos la enfermedad del capitalismo con la solidaridad, la cooperación y las interdependencias asumidas, pues ellas garantizaron el futuro de la Tierra. Y garantizarán también nuestro futuro.
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miércoles, julio 05, 2006

1.200 peticiones contra la M-501 llegan al Parlamento Europeo

Martes 4 de julio del 2006
Ecologistas en Acción

Las constantes denuncias realizadas por parlamentarios europeos contra la especulación urbanística en España ha llevado a Ecologistas en Acción y a la Asociación Sierra Oeste Desarrollo S.O.S.tenible a denunciar ante el Parlamento Europeo la conversión en autovía de la carretera M-501 y los numerosos proyectos urbanísticos que van surgiendo en la zona.

La conversión en autovía de la carretera de M-501 supone uno de los atentados ambientales más graves cometidos en la región de Madrid. A esto hay que añadir el incumplimiento por parte de las Consejerías de Medio Ambiente y de Transporte e Infraestructuras de numerosas normativa ambiental y de carreteras. Así, se ha aprobado el proyecto aunque no se ha sometido al procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental y a pesar de que las obras carecen de declaración de Impacto Ambiental favorable. Estos hechos han sido confirmados por el Defensor del Pueblo y por el propio Tribunal Superior de Justicia de Madrid, a pesar de lo cual no ha ordenado la paralización cautelar de las obras.
Ante esta situación vecinos de los municipios afectados por el desdoblamiento y del resto de la Comunidad de Madrid han solicitado la intervención del Parlamento Europeo. Hasta la fecha se han presentado 1.200 peticiones en el Parlamento Europeo reclamando la actuación de Bruselas.
Ecologistas en Acción y Sierra Oeste Desarrollo S.O.S.tenible siempre han afirmado que el desdoblamiento de la carretera sólo responde a intereses urbanísticos, tanto en los municipios de Madrid como en Ávila. Desde que se ha aprobado el desdoblamiento de la M-501, no ha cesado de aparecer proyectos urbanísticos y de campos de golf en la ZEPA, tanto en Madrid como en Ávila. A esto hay que añadir que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha modificado el borrador inicial del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de la ZEPA, elaborado en 2001, por la anterior Administración de Gallardón y ha dejado abierta la posibilidad de recalificar como urbanizable más de 10.000 hectáreas. Se da la circunstancia de que los nuevos crecimientos se sitúan sobre los suelos desprotegidos.

Entre los nuevos proyectos hay que destacar:
-Quijorna: nuevo Plan General en el que se pretenden construir 9.500 viviendas y alcanzar los 60.000 habitantes. Actualmente tiene 2.500 habitantes.
Chapinería: un nuevo Plan general que contempla la construcción de un campo de golf y 1.358 nuevas viviendas.
Navas del Rey : Un nuevo Plan general que prevé la construcción de 4.800 nuevas viviendas
Pelayos de la Presa: un nuevo Plan General que prevé la construcción de 2.700 nuevas viviendas
Cadalso de los Vidrios, un nuevo Plan General que prevé la recalificación de más de 200 hectáreas y construcción de 2.359 viviendas
Aldea del Fresno: plantea la construcción de tres campos de golf uno de 18 hoyos, otro de 9 y un tercero de prácticas.
En la provincia de Ávila, en Cebreros, Enrique Ventero uno de los empresarios detenidos en la operación Malaya II prevé construir una urbanización de lujo de 2.500 viviendas, un campo de golf y un puerto destinado a embarcaciones deportivas en el río Alberche.
Estos proyectos carecerían de rentabilidad económica si no se desdobla la carretera M-501. Se da la circunstancia de que algunos de estos proyectos se habían desestimado y han vuelto a resurgir en esta legislatura como es el caso de los campos de golf de Aldea del Fresno.

Para Ecologistas en Acción, el tiempo les está dando la razón, los proyectos urbanísticos se reproducen como setas en la zona ZEPA desde que se ha aprobado el desdoblamiento de la carretera. “Es evidente que no estamos ante coincidencias sino ante una situación perfectamente planeada y consentida”.
Por ello, Ecologistas en Acción solicitará al Parlamento Europeo su intervención y entrará en contacto con los parlamentarios alemanes, los más críticos con la especulación urbanística en España, para explicar cómo en Madrid proyectos como el desdoblamiento de la carretera M-501 promovidos por el Gobierno regional, fomentan la especulación urbanística.
Otros artículos relacionados: Sobre la carretera de los pantanos M501


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