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jueves, junio 29, 2006

BORNEO al 50% de cubierta forestal primaria, se descubre una serpiente camaleón

DESCUBIERTA UNA SERPIENTE EN EL “CORAZÓN DE BORNEO” QUE CAMBIA DE COLOR, COMO LOS CAMALEONES

Madrid, 28 de junio de 2006.-

En el llamado “Corazón de Borneo”, un área montañosa de 220.000 km2 cubierta de pluvisilva de la isla, un colaborador de WWF/Adena ha descubierto una nueva especie de serpiente que tiene la peculiaridad de cambiar de color a voluntad, como hacen los camaleones.

La capacidad de cambiar la coloración corporal a voluntad en pocos minutos se conocía en los camaleones pero es casi inexistente en otros reptiles. El mecanismo biológico del cambio de color no ha sido aún totalmente explicado por la ciencia.
La serpiente ha sido descubierta por un investigador alemán, que la ha descrito con la ayuda de dos científicos americanos. El Dr. Mark Auliya, del Zoologisches Forrschungsmuseum Alexander Koening alemán y consultor de WWF/Adena, explicó su descubrimiento: “Dejé una serpiente pardorrojiza que había recolectado en un recipiente obscuro. Cuando fui a cogerla, pocos minutos después, era casi completamente blanca”. El Dr. Auliya recolectó dos especímenes de esta serpiente venenosa de medio metro de larga en los humedales y bosques inundados del río Kapuas, en el Parque Nacional Betung Kerihun, en Kalimantan (la parte indonesia de Borneo), como parte del trabajo de conservación de la zona que desarrolla WWF/Adena. El científico llamó a la especie serpiente del lodo de Kapuas y pertenece al género Enhydris que comprende 22 especies. De todas ellas, sólo dos tienen áreas de distribución amplias; las restantes viven en zonas muy pequeñas. Los científicos creen que la especie recién descubierta posiblemente habite tan sólo en la cuenca del río Kapuas.
En la última década se han descubierto en Borneo 361 especies nuevas de plantas y animales; o lo que es lo mismo, tres especies nuevas cada mes en una isla que tiene una superficie aproximadamente equivalente al doble de Alemania.
Stuart Chapman, Coordinador de la iniciativa “El Corazón de Borneo” de WWF/Adena, dijo: “Uno de los secretos mejor guardados de la naturaleza, la ‘serpiente-camaleón’ capaz de cambiar de color, estaba bien guardado en el Corazón de Borneo. Quizás el día que el Dr. Auliya la descubrió, las serpientes habían elegido por alguna razón ostentar una coloración no mimética. Automáticamente surge la pregunta de cuántos secretos más guarda este auténtico mundo perdido. Y no podemos dejar de recordar, una vez más, que es este un paraíso amenazado; actualmente, sólo queda la mitad de la cubierta forestal de Borneo. El resto ha resultado destruido”.
WWF/Adena cree que todavía quedan esperanzas, ya que los gobiernos que se reparten la isla de Borneo (Brunei Darussalam, Indonesia y Malasia) lanzaron recientemente la iniciativa el Corazón de Borneo, que pretende conservar unos 220.000 km2 del bosque ecuatorial de esta región.
Artículo: Carlos G. Vallecillo

Color-changing snake photo


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viernes, junio 23, 2006

Los océanos pierden sus peces

El porcentaje de biodiversidad marina protegida es inferior al 0,1% del total, según un experto del CSIC
EFE - Madrid
ELPAIS.es - Sociedad - 22-06-2006

El volumen de peces en los océanos se ha reducido más del 90% en el último siglo, mientras que el porcentaje de biodiversidad marina protegida es inferior al 0,1% del total, según ha advertido el científico español Carlos Duarte, profesor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El último número de la revista Science publica en su editorial esta reflexión firmada por Duarte y otros dos investigadores: Iris E.Hendriks, científico asociado en la Universidad de las Islas Baleares, y Carlo H.R. Heip, director del Centro de Ecología Marina del Instituto Holandés de Yerseke.
En declaraciones a Efe, Duarte, miembro del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados IMEDEA (centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares), ha advertido de que, en la actualidad, menos del 0,1% de la biodiversidad marina está protegida.
La cifra contrasta con el nivel de protección de la biodiversidad terrestre, con tasas que se aproximan al 10%, según Duarte, para quien se debe "revertir esta situación" y "llegar a un mejor equilibrio del esfuerzo de investigación en biodiversidad marina y terrestre".
Una mayor inversión

Para ello, se requiere un esfuerzo de interconexión entre los investigadores dedicados al océano, "lo que implica grandes recursos y medios técnicos, y mayor inversión financiera para investigar la vida en el océano".
Duarte ha recordado que, en el contexto de la Convención de Kioto para la protección de la diversidad biológica ha habido "progresos importantes", pero persisten aún "grandes problemas" para encontrar "medidas viables" para proteger la vida en los océanos.
Ha explicado que se necesitan "modelos y conceptos operativos" respecto a cómo proteger la vida en los océanos, porque la traslación de la denominación de área protegida aplicada al ámbito terrestre "puede no ser efectiva para los mares".

"Es un reto intelectual o científico aún no abordado", ha dicho Duarte, para quien "los conceptos para la protección de la naturaleza terrestre no son directamente extrapolables al océano, porque no se pueden poner fronteras en medio del mar, ni explicar a los peces qué zonas están protegidas", ha añadido.
Un problema añadido es el carácter internacional de gran parte de los océanos y el vacío legal que existe para proteger o legislar sobre ellos.
La mayor parte del esfuerzo en investigación sobre biodiversidad se está destinando al ámbito terrestre, con un nivel diez veces superior, ha explicado, al que se dedica para estudiar los océanos.
Ha indicado que se publican anualmente diez veces más números de artículos sobre biodiversidad y conservación de la biodiversidad terrestre que sobre océanos, pese a que "se sabe mucho menos de la biodiversidad marina".

"Las amenazas son tangibles"

En su opinión, no se puede dilatar excesivamente la necesidad de impulsar la investigación sobre biodiversidad marina porque, ha alertado, "las amenazas son tangibles ya".
Por un lado, ha avisado de "la sobreexplotación de los océanos por la sobrepesca", lo que ha provocado que la abundancia de poblaciones en el océano, es decir, la biomasa de peces, haya disminuido más del 90% en el último siglo.
"Ahora hay menos del 10% de abundancia de peces en los océanos de la que había a principios del siglo XX y hemos perdido más del 90% de los stocks pesqueros".
Por otro lado, ha advertido de "amenazas importantes" a causa del calentamiento global con impactos sobre el enfriamiento de los ecosistemas marinos, y se refirió también al problema de la acidificación del océano, "algo que se está poniendo de manifiesto últimamente".
Duarte ha explicado que el aumento de CO2 en la atmósfera está provocando un aumento de dióxido de carbono en el océano, lo que hace que el PH de los mares esté disminuyendo.
Ha concluido que esto se trata de una amenaza grave para la vida de todos los organismos del océano con esqueletos carbonatados, como los corales, los moluscos y otros.
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miércoles, junio 21, 2006

Arrasando la Amazonia en nombre del progreso...

Arrasando la Amazonia en nombre del progreso (de las multinacionales)
Por Hernán L. Giardini *

La selva amazónica es la mayor extensión de Bosque Primario del planeta y en ella viven el 50% de las especies vegetales y animales conocidas, y 220.000 indígenas de 180 pueblos diferentes. Pero está desapareciendo a un ritmo alarmante. Todas las medidas que se han tomado para atajar esta situación se están revelando inútiles.

Destrucción de la selva amazónica por el avance del monocultivo de soja

La selva amazónica es la mayor extensión de Bosque Primario del planeta y en ella viven el 50% de las especies vegetales y animales conocidas, y 220.000 indígenas de 180 pueblos diferentes. Pero está desapareciendo a un ritmo alarmante. Todas las medidas que se han tomado para atajar esta situación se están revelando inútiles, ya que la tasa de deforestación continúa aumentando. Este aumento se debe, en buena parte, a un nuevo agente de deforestación, que se suma a la actividad maderera ilegal, y que se ha agravado durante los últimos años: la plantación de soja transgénica en zonas de selva previamente deforestadas.

El viaje en avión desde Manaus hacia Santarém fue de lo más revelador: pude comprobar la inmensidad de la Amazonia y deslumbrarme con el imponente río Amazonas y sus brazos; pero también pude observar con mis propios ojos la destrucción de miles de hectáreas de bosque.
La selva amazónica es la mayor extensión de Bosque Primario del planeta. La vastísima y compleja red fluvial que configura el río Amazonas y sus innumerables afluentes es el mayor reducto de biodiversidad intacta que queda en el mundo y su reducción es un problema de escala global.

Cubriendo el 5% de la superficie terrestre, la Amazonia se extiende por aproximadamente 7,8 millones de kilómetros cuadrados en nueve países (Brasil Bolivia, Colombia, Ecuador, Guayana, Perú, Surinam, Guayana Francesa y Venezuela). Del total, más de 5 millones de Km2 se concentran en Brasil.

La región amazónica posee 25 mil kilómetros de ríos navegables y contiene cerca del 20% del agua dulce del planeta, y se estima que allí viven el 50% de las especies vegetales y animales conocidas:
• 350 especies de mamíferos, siendo 62 sólo de primates.
• 1.000 especies de pájaros.
• 60.000 especies de plantas, siendo 5.000 sólo de árboles.
• 3.000 especies de peces.
• 100 variedades de anfibios.
• 30 millones de especies de insectos.
• Millones de invertebrados.

En las profundidades de la selva amazónica habitan unos 180 pueblos originarios diferentes (unas 220.000 personas) que, junto con muchas más comunidades tradicionales, dependen del bosque que les proporciona todo lo que necesitan, desde alimento y cobijo hasta herramientas y medicinas, y que juega un papel crucial en su vida espiritual.

La soja, nueva amenaza

Al igual que los bosques nativos argentinos, la selva amazónica está desapareciendo a un ritmo alarmante. Todas las medidas que se han tomado para atajar esta situación se están revelando inútiles, ya que la tasa de deforestación continúa aumentando. Este aumento se debe, en buena parte, a un nuevo agente de deforestación, que se suma a la actividad maderera ilegal, y que se ha agravado durante los últimos años: la plantación de soja transgénica en zonas de selva previamente deforestadas.

El cultivo de soja se ha convertido en uno de los principales agentes de la destrucción de la selva amazónica brasileña. Se calcula que, hasta el momento, 1,2 millones de hectáreas de selva han sido arrasadas para cultivar soja. La expansión del monocultivo de soja en la Amazonia implica la pérdida de biodiversidad y en muchos casos la contaminación del agua de las reservas indígenas.

Entre agosto de 2003 y agosto de 2004 se han perdido en un solo año 27.200 km2 de selva amazónica, un área del tamaño de Bélgica, y tres cuartas partes de dicha destrucción fueron ilegales. Se calcula que se pierden más de 3 km2 por hora.

En 2004 y 2005 se plantaron más de un millón de hectáreas de soja dentro del bioma amazónico. Soja que, por su alto valor proteico, se utiliza principalmente para producir el alimento del ganado que comen en Europa.

Lo cierto es que empresas multinacionales están devorando la Amazonia para plantar soja. Y la carne alimentada con esta soja (pollos, cerdos y vacas) termina en los estantes de los supermercados europeos y en los mostradores de empresas de comida rápida como Kentucky Fried Chicken y Mc Donald´s. En ese sentido, la norteamericana Cargill no oculta que está ayudando a establecer plantaciones de soja en la Amazonia y, junto a Archer Daniels Midland (AMD) y Bunge, controlan el 60% de la soja brasileña. Además, estas tres compañías juntas controlan más de tres cuartas partes de la trituración de soja en Europa.

Organizaciones ambientalistas comprobaron que mucha de la soja que llegaba a las instalaciones de Cargill procedía de la Hacienda Lavras, que se asienta en terrenos adquiridos ilegalmente y parte de los cuales se habían deforestado para plantar la oleaginosa. Muchas de estas haciendas están implicadas en otras actividades ilegales, como robo de tierras y esclavitud (el gobierno brasileño ha reconocido la existencia de 8.700 trabajadores en régimen de esclavitud en dos estados brasileños).
El gigante agroalimentario Cargill, es la mayor firma privada de los Estados Unidos, con unos ingresos cercanos a los 63.000 millones de dólares en 2003. Es el rey indiscutible del comercio mundial de grano. Compra, vende, transporta, mezcla, muele, moltura, refina y distribuye por todo el planeta.

En febrero de 2006, el segundo tribunal más importante de Brasil falló que Cargill debía cumplir la legislación brasileña y realizar una Evaluación de Impacto Ambiental, no sólo del puerto que ya habían construido en la ciudad amazónica de Santarém, sino por los distintos impactos en toda la región. A pesar de los fallos adversos, el puerto ilegal de Cargill sigue funcionando y diariamente envía toneladas de soja amazónica hacia los puertos europeos. La multinacional posee 13 silos en zonas de selva deforestada, más que ninguna otra empresa. Pero tanto Bunge como ADM siguen los pasos de Cargill, y cuentan con ocho y cuatro silos respectivamente en la Amazonia.
La deforestación de la Amazonia por el avance de la frontera agrícola debe ser imperiosamente detenida, tanto por lo que implica la importante pérdida de biodiversidad como por su influencia en las condiciones meteorológicas de la región y sobre el cambio climático global, dada la capacidad de los árboles de fijar el dióxido de carbono y producir oxígeno. Además, la quema de la selva, como paso previo a la plantación de soja transgénica, produce el 75% de las emisiones de efecto invernadero de Brasil.

Marcha por la selva en pie

Pero las voces de oposición también se hacen escuchar: A pesar de un insoportable calor, en Santarém, el domingo 21 de mayo cerca de mil personas participaron desde la mañana de la “Marcha Pela Floresta em Pé” (“Marcha por la Selva en pie”) realizada en defensa de la producción familiar y contra el monocultivo de soja. La misma fue organizada por varias agrupaciones, como el Sindicato de los Trabajadores y Trabajadoras Rurales, el Grupo de Trabajo Amazónico, el Frente en Defensa de la Amazonia y Greenpeace. En la pacífica manifestación estuvieron presentes ribereños, pescadores, indígenas, campesinos, estudiantes y trabajadores rurales de toda la región.

Las más de 30 organizaciones participantes de la marcha prepararon una carta para ser enviada al presidente Lula, señalando la contradicción existente entre el apoyo dado por su gobierno al agronegocio y su intención de proteger el medio ambiente. La carta, firmada también por varios movimientos sociales y organizaciones de todo Brasil, solicita recursos para la producción familiar, la implementación de las reservas forestales comunitarias y el manejo adecuado de recursos naturales para la generación de renta.

La marcha comenzó con una concentración frente al Mercado 2000, un local simbólico para las comunidades locales ya que allí los productores familiares comercializan sus productos. Luego siguió en dirección a la entrada del puerto ilegal de Cargill.

Durante la caminata las personas gritaban: “¿Qué pasó con la selva que estaba aquí? ¡La soja se la comió!”. Al llegar a la puerta de la multinacional, estallaron los gritos de: “Fuera Cargill, nosotros somos de la Amazonia y defendemos Brasil”.

Cerca de cien hombres de la Policía Militar armaron un vallado humano frente a la entrada de la empresa, impidiendo el ingreso de los manifestantes. Allí se realizó un acto con oradores y números musicales.

“Nosotros, nativos, estamos sintiéndonos agredidos en nuestra cultura, etnia y naturaleza porque forasteros agreden nuestra región, generan lucro para pocos y nosotros nos quedamos sin nuestra selva y sin futuro para nuestro pueblo”, señaló Edilberto Sena, del Frente en Defensa de la Amazonia.
Concluyendo la jornada fue servido un almuerzo con productos cultivados mediante agricultura familiar. Cerca de allí unos cincuenta productores de soja intentaron impedir la marcha y agredieron verbalmente a los participantes desde sus autos y camionetas, pero fueron contenidos por los policías.

Mientras tanto, en las profundidades de la selva amazónica, las comunidades resisten a las topadoras que siguen “preparando el terreno” para la futura producción de soja transgénica. www.EcoPortal.net

* Hernán L. Giardini , de Revista Contracultural, desde Santarém, Brasil .

Fuentes:
COIAB – Coordinación de las Organizaciones Indígenas de la Amazonia Brasileña. www.coiab.com.br
Diario da Amazonia. www.diariodaamazonia.com.br
Diario Vermelho. www.vermelho.org.br
Frente en Defensa de la Amazonia
Greenpeace Brasil. www.greenpeace.org.br
GTA - Grupo de Trabajo Amazónico. www.gta.org.br


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viernes, junio 16, 2006

La extinción de los cultivos

La extinción de los cultivos
El hombre sólo cultiva hoy 150 especies, frente a las más de 7.000 que ha utilizado en el pasado
ANDREA RIZZI - Madrid
EL PAÍS - Sociedad - 12-06-2006

Un inmenso y uniforme campo de trigo es una visión que puede sugerir muchas emociones. Entre ellas, aunque pueda parecer extraño, preocupación. La agricultura mecanizada y las exigencias del mercado están reduciendo a un ritmo vertiginoso la variedad de los cultivos en los campos de todo el mundo.
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que el 75% de la diversidad genética de los cultivos se ha perdido durante el último siglo. Históricamente, el ser humano ha utilizado para sus necesidades entre 7.000 y 10.000 especies.
Hoy, sólo se cultivan unas 150. Doce de ellas representan más del 70% del consumo humano. Y es un problema grave, "aunque suene menos dramático y apasionante que la extinción de las especies animales", advierte José Esquinas-Alcázar, científico español secretario de la Comisión Intergubernamental de la FAO sobre recursos genéticos para la agricultura y la alimentación.

Para encararlo, los representantes de los 104 países que han ratificado hasta ahora el Tratado Internacional sobre Recursos Fitogenéticos se han dado cita en Madrid de hoy hasta el jueves. José Esquinas es -en palabras
del director general de la FAO, Jacques Diouf- "la alma máter del tratado", que entró en vigor hace dos años.
"Es el fruto de 27 años de negociaciones. Ahora se trata de hacerlo operativo", dice el científico.

Pero ¿por qué es grave que se pierda la biodiversidad agrícola? "El problema es que la uniformidad significa productividad, pero, también, vulnerabilidad", explica Esquinas, de 61 años.
Si las plantas florecen a la vez, si los granos son todos del mismo tamaño, si los frutos son todos iguales, redonditos y bonitos como pide el consumidor, la actividad agrícola se hace más rentable. Pero es la diversidad que permite la selección y ofrece más oportunidades de adaptación ante cambios climáticos y resistencia ante las enfermedades. Con cultivos muy homogéneos, en cambio, cualquier problema se puede traducir en un drama. "Un ejemplo ayuda a entender el concepto: la terrible hambruna de Irlanda de mediados del siglo XIX", argumenta el científico.
"Fue causada por un hongo que mataba las variedades muy homogéneas de patata que se cultivaban allí. Como no había otros tipos de patata, se murieron todas las plantas de la isla. Hubo millones de muertos y desplazados...". Sólo se pudo recuperar el cultivo introduciendo variedades de patata de América Latina que
resistían a esa enfermedad.

El ejemplo no es aislado. En Estados Unidos, a principio de los años setenta, pasó algo parecido en las plantaciones de maíz del sur del país. Otro hongo, misma historia. En Tejas se perdieron más del 50% de los cultivos. La salvación fueron los genes de otro tipo de maíz africano. "Esta historia se repite constantemente", advierte Esquinas. En este caso no hubo pérdida de vidas humanas. Sí hubo pérdidas económicas espectaculares. En Estados Unidos ha desaparecido de los campos el 93% de las variedades de frutas y productos hortícolas en el último siglo.

María José Suso, investigadora del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC, comparte las preocupaciones
de Esquinas, y considera el tratado "oportuno y, más que oportuno, necesario". La científica subraya cómo sería también oportuno invertir el proceso actual de mejora de las plantas, favoreciendo la restauración de la diversidad genética, la implicación de los agricultores, el respeto de las particularidades de cada medioambiente y la sensibilización de la opinión pública.

Y es que la diversidad no es necesaria sólo en casos de emergencia, sino también en la cotidiana labor demejora de los cultivos. Labor desarrollada a lo largo de 10.000 años de historia de la agricultura y fundamental en un planeta con 850 millones de hambrientos y una población en constante crecimiento. "La superficie cultivable es limitada y, por tanto, se hace necesario aumentar la productividad. El patrimonio genético es una herramienta clave para ello", observa Esquinas. "Toda tecnología, desde la más rudimentaria a la másavanzada, necesita como materia prima genes. Es como el Lego: puedes construir lo que quieras, pero necesitas las piezas. Se puede hacer mucho con los genes. Lo que no se puede es crearlos". Por eso es importante conservar los que hay. Y por eso es fundamental establecer normas sencillas y justas de acceso a ellos.

Reglamentar la materia con acuerdos bilaterales habría producido el caos. "Estábamos condenados a llegar a un acuerdo", dice Esquinas.
Así que el tratado establece un sistema que estandariza los mecanismos de accesoa los recursos genéticos y prevé repartos justos de beneficios con los donantes. Básicamente, los países en vías de desarrollo.

Paradójicamente, en la materia los países normalmente considerados pobres son los ricos. Son ellos, los de las zonas tropicales y subtropicales, que poseen la mayor riqueza de especies y variedades. Gracias a ella, países con tecnología más avanzada pueden desarrollar variedades agrícolas comercialmente muy rentables.
El tratado establece que quien comercialice productos así obtenidos "deberá pagar una parte equitativa de los beneficios derivados de la comercialización" al sistema, para financiar proyectos en los países donantes.
Si una gran empresa occidental puede desarrollar una variedad de trigo o maíz muy productiva y resistente es también gracias a la labor de decenas de generaciones de pobres campesinos del sur. De esta forma, se crea una justa compensación. El encuentro de Madrid sirve, entre otras cosas, para cuantificarla.

Esquinas observa que "el mundo industrializado ha desarrollado mecanismos como los derechos de propiedad intelectual para incentivar el desarrollo de nuevas biotecnologías y compensar a los inventores. Hasta ahora no existían, sin embargo, mecanismos de contrapartida para los donantes". Por eso también el tratado es un asunto que trasciende la dimensión técnica y alcanza la política.
"Se trata de entender que hay en este tema varios tipos de interdependencia. La primera es entre países".

Europa depende al 70% en recursos genéticos de otros países. Eso porque el 70% de sus cultivos tiene su
centro de biodiversidad en otras regiones del mundo, a las que hay que acudir para encontrar genes que
solucionen problemas o permitan mejoras.
"Hay luego una interdependencia de carácter generacional. Tenemos que preservar el tesoro de biodiversidad construido con 10.000 años de agricultura. Y, en fin, una interdependencia entre biodiversidad y tecnologías, sean éstas clásicas o modernas. Estas últimas evolucionan a un ritmo vertiginoso. Pero, independientemente de consideraciones éticas, la materia prima para cualquier tecnología es la diversidad genética", concluye.

© El País S.L. Prisacom S.A.


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